martes, 16 de junio de 2015

Ecotrimad 2015: Lo que pudo ser pero no fue


Una pena pero lo que pudo ser no fue. Ese podría ser el resumen de “mi” Ecotrimad 2015, Campeonato de Madrid de Media Distancia.

Pudo ser porque yo creo que tenía el podio en las piernas y me quedé a tres minutos, un 1% menos de tiempo para lograrlo. Estuvo en los pequeños detalles: una mala salida en la natación y verme inmerso en el grupo de unos 300 nadadores, en no subir la cuesta de la transición corriendo, en la segunda vuelta de la bici donde se me fueron 2 minutos, en no ponerme el pulsómetro y forzar más, en definitiva, casi pero no.

Sin embargo vayamos por partes:

El triatlón

Ecotrimad 2012 fue mi debut en media distancia de triatlón donde tuve mi mayor desastre competitivo reventando en la carrera a pie y acabando en 5 horas y media. Sin embargo, no contento con ello repetí en el 2013 con problemas en la bici debido a un roce de la rueda con el cuadro acabé en 5 horas y 10 y hubiera repetido en el 2014 si no hubiera tenido una boda ese mismo día.

Algo tiene Ecotrimad que engancha. Tiene una de las mejores organizaciones de una competición que conozco, todo muy cuidado y cada año mejorándose. No tiene la espectacularidad del producto Ironman o Challenge pero les machaca en dedicación, esfuerzo, cariño y cuidado del verdadero actor: el triatleta.

La natación cambió de sitio respecto a los tres primeros años el año pasado nadando más “en el pueblo” junto a la muralla. Para mi gusto tener que pasar 6 boyas frente a las tres que había en el otro embalse favorece que el grupo vaya más compacto. Lo que es innegable es que para el espectador es mucho más bonito el recorrido. La “cuesta” que hay a la salida del agua es criminal, pero con paciencia se sube mientras te vas desprendiendo del neopreno y una larga transición te lleva a la bici.

El sector de la bici tiene un recorrido duro con un perfil en continuo sube y baja con rampas que llegan a alcanzar el 10% en algún punto, algo que no te permite dejar correr la bici y donde una “cabra” no tiene tanto beneficio respecto a una bici de carretera. De hecho donde puedes dejar correr la bici es siempre cuesta abajo pero en curva. Aun así fui con un desarrollo de 53/39x11-28.
Había en total 5 avituallamientos en el sector de la bici, en la salida, a mitad de la primera vuelta, el paso de vuelta, a mitad de la segunda y la llegada. Tenían agua, isotónico, geles, plátanos, etc. Yo, como siempre, sólo opté por el agua ya que como llevo mis propios geles sé que me funcionan. En la carrera a pie perdí la cuenta de los puntos que tenían agua, porque en cada cruce había un voluntario con agua, así que casi cada kilómetro podías conseguir agua. Un 10.

La carrera, ¡ay la carrera! La carrera de Ecotrimad es siempre una coleccionista de “cadáveres” ya haga frío o calor. Se arranca cuesta arriba en una rampa que no tiene ni pizca de gracia para directamente enganchar con un puente peatonal de unos 50 escalones. En el primer kilómetro ya has subido un total de 43 metros y bajado 12 y en total según las fuentes acumulas entre 230 y 300 metros de subida y bajada. Como siempre digo, las bajadas son más duras en un triatlón que en una carrera de montaña porque ya vas con los cuádriceps destrozados y además son rampas con zonas llanas no un recorrido en permanente subida o bajada.

La llegada pasando por la muralla no me termina de convencer, sé que da pie a unas fotos muy bonitas, pero subir y bajar escaleras no es propio de una carrera y luego no lo disfrutas porque vas encendido. Sin embargo los metros finales junto a ella y girar antes de la entrada al castillo es espectacular, ese ambiente recogido, casi íntimo, es mucho más bonito que cualquier llegada a un gran espacio abierto en parte frío y desangelado.

Os pongo los recorridos tanto en wikiloc como en Strava:

¿Qué hay de mí?

Como antes os adelantaba, una pobre salida de la natación estando colocado en la segunda fila hizo que enseguida estuviera inmerso en el grupo recibiendo los típicos golpes y sin encontrar el ritmo adecuado. Me olvidé de la respiración bilateral y respiraba mirando hacia la derecha, haciendo que me fuera desviando. Un error.





Una vez pasadas las 3 primeras boyas, pude soltar un poco más la brazada y nadar con más agilidad (después de haber recorrido “el palo” de la L que formaba el recorrido) recortando algunos puestos. Aun así me fui a los 32 minutos por no haber sabido apretar lo suficiente, sencillamente me limité a “ir cómodo”.  Fueron dos minutos más que el objetivo inicialmente planteado.

Al salir de la natación decidí que era mejor tomarse con calma la subida a la zona de transición en vez de correr como en todos mis anteriores triatlones, me quité con calma la parte de arriba mientras subía la cuesta. Allí oí que alguien gritaba mi nombre y desde luego fue la mayor satisfacción de la competición. Un compañero, un amigo, un lector del blog que me animaba motivándome para seguir adelante. Luego, al terminar la carrera, se me presentó y me sentí muy contento al saber que al menos una persona lee lo que escribo. Le estaré eternamente agradecido.



En cambio tuve dos ideas que me gustaron para el futuro, en el box tenía preparado el dorsal con la bomba de la bici metida en uno de los compartimentos, así no estropeaba la aerodinámica del cuadro. Además me había metido los geles en el mono antes de nadar, así que sólo me tuve que poner el casco, dorsal, calcetines y zapatos. Con los zapatos de montaña es imposible hacer el salto en la salida y menos con la cuesta que había al arrancar.

La idea en la bici era salir con la cabra en vez de con la de carretera, porque si bien no tenía tan clara la ventaja abismal de una respecto a la otra, la diferencia de peso entre mi bici de carretera (unos 11kg) frente a la de triatlón (7.5kg) hizo que no dudase. Si tuve el claro el desarrollo al apostar por la “paellera” de 53 en vez de por el compact de 50 y las ruedas de aluminio frente a las de perfil, si llovía no era plan de matarse a 80 por hora. El casco fue el Spiuk Aizea con el que he estado haciendo los tests con el visor incluido y he de decir que la comodidad fue absoluta, ningún problema de calor o de visión, aunque el día acompañaba.



En la arrancada del sector de la bici había una cuesta bastante empinada, algo así como 150m metros al 10% donde aproveché para adelantar a 3 metiendo unos 400-450W. De ahí ya me acoplé y me lancé a mi objetivo de hacer entre 2 horas y 10 y 2 horas y cuarto en la bici, así que en la primera subida seria ya estaba en 295W con picos de 330W, es decir, regulando y manteniendo el objetivo.

En un principio y dado que el circuito me lo conocía aproveché para apretar en la bici recuperando bastantes puestos y aprovechando para tomar un gel cada 20 minutos, sé que cuando menos te lo esperas te entra la pájara y más en un día tonto como este. En el primer avituallamiento que usé, ya me había bebido un bidón de agua y tiré el que llevaba justo antes, esa iba a ser mi estrategia.  
La primera vuelta acabó bastante bien y había regulado mejor de lo esperado, no me iba fijando en los tiempos pero tenía la sensación de que estaba jugando al límite con la potencia normalizada, estaba en 260W. Cuando ya había recorrido casi 40km, al subir al punto más alto del recorrido entre Buitrago y Mangirón, vi que estaba en 1 hora y 12 minutos, que haciendo las cuentas me ponían más o menos en el objetivo, más o menos 1 hora y 7 minutos en el paso intermedio.

Sin embargo, la potencia normalizada me preocupó, tenía aún vivo el recuerdo del 2012 y me mentalicé a levantar un poco el pie. Error que me costó el podio, tardé 2 minutos y 20 más que el año anterior. A toro pasado soy consciente de que podía haber hecho un pelín más de esfuerzo y haber doblado en la segunda vuelta.

La carrera a pie no iba a ser menos en Ecotrimad y en el duro arranque me encontré a un viejo compañero animándome justo antes de afrontar el puente peatonal con sus 50 escalones. Tras ese paso me empezaron a alcanzar algunos triatletas que desde luego iban más fuertes que yo, decidí guardar fuerzas en la subida y tras el primer par de kilómetros ya acelerar el ritmo. Allí, justo pasado el hito kilométrico 2 me paré a “hacer un pis”.

En ese momento tuve claro que se me iba a hacer bastante larga la carrera, de hecho fui idiota porque llevaba el pulsómetro en el bolsillo del mono y podría habérmelo puesto para obligarme a ir más rápido. Ese creo que fue el error que me condenó a echarme del podio. Creo que me podría haber defendido mejor y haber recuperado. La prueba es que en la segunda parte de la carrera a pie fui sensiblemente más rápido que en la primera. Antes de cruzar la meta, cuando el speaker gritaba mi nombre, supe que no iba a ser, tuve esa sensación de que se me había ido el podio. Una pena, porque cualquier otro año con esta marca habría estado en el podio incluso ganando.



Los tiempos fueron 32 minutos natación, 2h17 bici y 1h39’ carrera a pie. En la T1 se me fueron unos 5 minutos y en la T2 unos 2. Los tiempos provisionales están en: http://www.youevent.es/sport/multimedia/clasificaciones/ClasificacionEcotrimadFEDERADOSMediaDistancia2015CptoComunidaddeMadriddeMediaDistancia-0.pdf


Como conclusión me llevo varios puntos:

1.       Hay que seguir el plan preparado, los datos numéricos no suelen fallar cuando están bien hechos y a veces el límite está más alto o más bajo de lo que creemos.

2.       Tengo que seguir escribiendo, hay personas que te leen y si te leen es porque les puedes aportar algo, aunque sólo sea entretenimiento. Hay que saber ser agradecidos.

3.       No se pueden tener dos objetivos principales en menos de 6 semanas si el primero es tan duro. La Titan me dejó tocado y la falta de entrenamientos a pie en 6 ó 7 semanas destrozó parte de la previsión. En diciembre creo que llegué a sacar algunas semanas en 80km.

Por último tengo que agradecer las fotografías de @edutri3 y de Santa Fotografía:


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