La idea de esta última prueba es hacer una prueba de campo
un poco más real que la de dar vueltas en un velódromo, como os comenté en la
primera entrada de los cascos.
Con estas condiciones los verdaderos resultados comparativos
entre ambos cascos hay que verlos en la segunda entrada y no en esta. Esto se
debe a que las variaciones en las condiciones de tráfico que pueden provocar
frenazos (como así ocurrió) pueden alterar bastante los resultados y si no se
analizan con cuidado se pueden sacar conclusiones erróneas.
Quiero aclarar que mi método de medición de la temperatura
bajo el casco no es el único método posible para reflejar la calidad de
ventilación. Sin embargo, no hay ningún método “oficial” o estandarizado como
ocurría con la potencia; es más, sólo he sido capaz de encontrar un método que
estudia la ventilación en túnel de viento introduciendo una esfera en el casco
a 60ºC y viendo cuánto tarda en enfriarse hasta una temperatura. No es fiable
porque no tiene en cuenta que hay un ciclista sobre la bici en vez de una
pequeña esfera y esto altera la circulación del aire.
En este caso la idea es establecer un resultado cualitativo
y no cuantitativo. Es decir, ¿qué es mejor, ir con un casco de carretera con la
carcasa de invierno o con un casco de contrarreloj? Para eso lo que he hecho ha
sido medir la temperatura exterior y la interior bajo el casco durante la
prueba y el máximo de la misma. A mayor temperatura interior menos ventilación.
Hay que tener en cuenta que la temperatura interior nunca va
a sobrepasar la temperatura exterior o la corporal (la que sea más alta de las
dos) ya que nuestro cuerpo no va a estar más caliente de 37-38ºC. Como rara vez
vamos a estar a más de 38ºC, lo importante es la diferencia entre la exterior y
la interior, cuanto más se parezca la interior a la exterior más ventilado
estará el casco y por lo tanto más refrigerado.
Aquí vemos las imágenes del montaje para medir las temperaturas:
Los resultados
Vaya por delante que antes de comenzar esta prueba no las
tenía todas conmigo, el termómetro con memoria que suelo utilizar para otro
tipo de experimentos había muerto. Así que tuve que crear un dispositivo
electrónico con memoria bastante aparatoso pero con gran precisión que iba a
alojar bajo mi maillot en una bolsa hermética. La sonda de temperatura iría
cableada hasta situarse bajo el casco en el canal principal de ventilación en
una bolsa hermética para evitar que la humedad falseara las mediciones.
En cuanto a las temperaturas medidas fueron:
Modelo de casco
|
Exterior
|
Media casco
|
Máxima casco
|
Aizea (aero)
|
25.5
|
30.0
|
31.0
|
Dharma con carcasa (ruta)
|
26.5
|
32.0
|
34.0
|
Dharma ventilado (ruta)
|
27.0
|
28.5
|
29.0
|
Como era previsible el casco de ruta sin carcasa era el
mejor ventilado, de hecho ya lo había comprobado en el desierto de Marruecos
con temperaturas por encima de 40ºC. Sin embargo la duda estaba entre el casco
de ruta con carcasa y el casco aero.
La elección es bien clara: casco aero ventilado es mejor que
casco de ruta con carcasa. Es más, algo impresionante fue quitarme el casco de
ruta y literalmente chorreaba sudor, en cambio con el Aizea no hay apenas
sudor.
¿Y el beneficio aerodinámico?
Como ya he comentado antes esta parte de la prueba era más
complicada por ser un circuito abierto al tráfico. Para ello haría dos salidas
con cada casco tratando de mantener la potencia estable, una de ellas se haría
a baja velocidad y otra a alta.
El problema estaba en el mismo tráfico y no en el viento,
dado que éste no pasaba de 2 km/h prácticamente en perpendicular al recorrido.
De hecho en la primera salida con el Aizea tuve que detener por completo la
bicicleta y en la segunda prácticamente también al llegar a una rotonda. Además
en ambos casos tuve que dejar de pedalear al entrar en la primera de las
rotondas al haber coches dentro de la misma.
Esos frenazos llevan consigo un coste al tener que recuperar
la velocidad anterior; por ejemplo, si vas a 36 km/h, tienes que frenar hasta
estar parado y luego volver a 36 km/h suponen 2.5W más en una prueba de media
hora y el equivalente a 5 W en una de un cuarto de hora.
Además no sólo está en la potencia perdida al tener que
recuperarnos de un frenazo sino que también perdemos tiempo y por lo tanto
afecta a la velocidad media como explico en el Anexo.
Por último, debido a la variación de temperaturas varía la
densidad del aire, cuanto más baja es la temperatura más denso es el aire.
Estos son los resultados en velocidad y potencia:
modelo
|
Temperatura
|
Densidad aire
|
Velocidad media
|
Potencia media
|
Aizea
|
25.5
|
1.183
|
40.42
|
259
|
32.95
|
154.5
|
|||
Dharma con carcasa
|
26.5
|
1.179
|
37.6
|
221
|
32.2
|
150
|
|||
Dharma sin carcasa
|
27.0
|
1.177
|
37.5
|
222
|
32.7
|
158
|
Con estos resultados podemos calcular el CdA y Crr, que son
bastante similares a los obtenidos en el velódromo. Sin embargo, debido a la
posible influencia del paso de algún coche, la ausencia de giros y una mejor
postura son algo mejores.
Modelo de casco
|
CdA (m2)
|
Crr
|
Diferencia con Aizea
|
Aizea
|
0,2439
|
0,00544
|
|
Dharma con carcasa
|
0,2579
|
0,00544
|
3.6%
|
Dharma sin carcasa
|
0,2530
|
0,00544
|
5.4%
|
La gráfica es bastante similar a la obtenida en la entrada
anterior sobre cascos (ver aquí) y no me voy a extender sobre ella. En el caso
del casco Aizea cometí el error de no hacerlo a la misma potencia que en los
dos anteriores, pero al hacerlo por sensaciones fue difícil resolver el “efecto
placebo”.
Conclusión
Si hablamos de una carrera contra el crono y salvo
temperaturas anormalmente altas (por encima de 35ºC) yo recomiendo usar el
casco Aizea. De hecho en el Campeonato de España contrarreloj no se vieron
cascos de ruta aunque en Cáceres estuvieron a unos 40ºC. El beneficio en tiempo
es tan grande que merece la pena.
En un día de calor muy elevado en una prueba de larga
distancia como Lanzarote o Hawaii, depende un poco de las sensaciones que cada
uno tenga y de la capacidad de adaptarse al calor. En mi caso probablemente
recurriría al Aizea.
En ruta o en un triatlón con drafting si las condiciones lo
permiten usaría el de ruta con carcasa que me protege del frío y como se ha
visto bloquea muy bien el efecto del viento. Es más, en invierno lo encuentro
indispensable en rutas por montaña para evitar que nos congelemos al bajar.
Os expongo los números:
Potencia media = Trabajo total / tiempo total
Trabajo de aceleración = Fuerza x espacio
Trabajo de aceleración = masa total x aceleración x espacio
Usando las ecuaciones de la aceleración nos queda que el
trabajo debido a las aceleraciones en un recorrido es:
Trabajo = masa total x (velocidad final al cuadrado –
velocidad inicial al cuadrado)
W = m x (Vf2– V02)/2
Si queremos saber cómo afecta esa aceleración en la potencia
media de un intervalo determinado de tiempo:
Potencia media de aceleración = trabajo de aceleración /
tiempo del intervalo
P = W/t
Ojo, hay que poner todas las unidades en el sistema
internacional para no liaros. La velocidad se mide en m/s (se divide entre 3.6
la velocidad en km/h), la distancia en metros y el tiempo en segundos.
Por lo tanto para un peso total de 90 kg (incluyendo bici)
el trabajo de acelerar desde 0 km/h a 36 km/h es de:
W = 90 x (102 – 02) / 2 = 4500 Julios
Si hablamos de un intervalo de 30 minutos:
P = 4500 / 1800 = 2.5W
Como vemos es independiente del tiempo que se esté
acelerando, podemos tardar todo el intervalo o sólo una pequeña parte de él.
Sin embargo no sólo afecta a la Potencia esta frenada sino
que también lo hace a la velocidad media.
Si nosotros necesitamos recorrer 1 km
hasta alcanzar la velocidad deseada no será lo mismo que si necesitamos 5 km.
Supongamos que vamos a 36 km/h, frenamos hasta cero y
tardamos 1 km en volver a la velocidad objetivo tardaremos el siguiente tiempo:
Tiempo en recorrer 1 km acelerando = 2 x espacio / (velocidad
final – inicial) = 2 x 1000 /10 =200 segundos
Tiempo en recorrer 1 km a velocidad normal = espacio /
velocidad = 1000 / 10 = 100 segundos
Por lo tanto en una prueba de 30 minutos de duración aproximada
(18 km a 36km/h) aumentaríamos el tiempo en 200 – 100 segundos = 100 segundos y
además consumiríamos más energía y por lo tanto más potencia media, con lo cual
quedaría así:
Tiempo necesario 1900 segundos = 31’40”
Incremento de potencia 4500 / 1900 = 2.37W
Si esa aceleración se produjese en 2 km entonces:
Tiempo en recorrer 2 km acelerando = 2 x espacio / (velocidad
final – inicial) = 2 x 2000 /10 =400 segundos
Tiempo en recorrer 2 km a velocidad normal = espacio /
velocidad = 2000 / 10 = 200 segundos
Con lo cual quedaría de la siguiente forma:
Tiempo necesario de la misma prueba = 2000 segundos = 33’20”
Incremento de potencia 4500 / 2000 = 2.25W
Si esa aceleración se produjese en 100 m entonces:
Tiempo en recorrer 100 m acelerando = 2 x espacio / (velocidad
final – inicial) = 2 x 100 /10 =20 segundos
Tiempo en recorrer 100 m a velocidad normal = espacio /
velocidad = 100 / 10 = 10 segundos
Con lo cual quedaría de la siguiente forma:
Tiempo necesario de la misma prueba = 1810 segundos = 30’10”
Incremento de potencia 4500 / 1810 = 2.48W
Con lo cual parece interesante recuperar cuanto antes la velocidad sin entrar en un esfuerzo anaeróbico. Sin embargo aquí no tenemos en cuenta el tiempo que estamos
circulando con más resistencia de rodadura y aerodinámica.
Y no os olvidéis que cada vez que hacéis click sobre el anuncio que hay arriba de la página google contribuye al mantenimiento de esta web con 10 céntimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario