martes, 30 de junio de 2015

Una de Cascos (III): Temperatura y prueba de campo



La idea de esta última prueba es hacer una prueba de campo un poco más real que la de dar vueltas en un velódromo, como os comenté en la primera entrada de los cascos.

Con estas condiciones los verdaderos resultados comparativos entre ambos cascos hay que verlos en la segunda entrada y no en esta. Esto se debe a que las variaciones en las condiciones de tráfico que pueden provocar frenazos (como así ocurrió) pueden alterar bastante los resultados y si no se analizan con cuidado se pueden sacar conclusiones erróneas.

Quiero aclarar que mi método de medición de la temperatura bajo el casco no es el único método posible para reflejar la calidad de ventilación. Sin embargo, no hay ningún método “oficial” o estandarizado como ocurría con la potencia; es más, sólo he sido capaz de encontrar un método que estudia la ventilación en túnel de viento introduciendo una esfera en el casco a 60ºC y viendo cuánto tarda en enfriarse hasta una temperatura. No es fiable porque no tiene en cuenta que hay un ciclista sobre la bici en vez de una pequeña esfera y esto altera la circulación del aire.

En este caso la idea es establecer un resultado cualitativo y no cuantitativo. Es decir, ¿qué es mejor, ir con un casco de carretera con la carcasa de invierno o con un casco de contrarreloj? Para eso lo que he hecho ha sido medir la temperatura exterior y la interior bajo el casco durante la prueba y el máximo de la misma. A mayor temperatura interior menos ventilación.

Hay que tener en cuenta que la temperatura interior nunca va a sobrepasar la temperatura exterior o la corporal (la que sea más alta de las dos) ya que nuestro cuerpo no va a estar más caliente de 37-38ºC. Como rara vez vamos a estar a más de 38ºC, lo importante es la diferencia entre la exterior y la interior, cuanto más se parezca la interior a la exterior más ventilado estará el casco y por lo tanto más refrigerado.

Aquí vemos las imágenes del montaje para medir las temperaturas:

La sonda


La centralita Arduino sin conectar la sonda (si queréis el programa pedídmelo y os lo envío por email).


Anemómetro, termómetro e higrómetro Kestrel 3000.




Montaje en los cascos


Prueba del Dharma sin carcasa con el cableado bajo el maillot.


Los resultados

Vaya por delante que antes de comenzar esta prueba no las tenía todas conmigo, el termómetro con memoria que suelo utilizar para otro tipo de experimentos había muerto. Así que tuve que crear un dispositivo electrónico con memoria bastante aparatoso pero con gran precisión que iba a alojar bajo mi maillot en una bolsa hermética. La sonda de temperatura iría cableada hasta situarse bajo el casco en el canal principal de ventilación en una bolsa hermética para evitar que la humedad falseara las mediciones.

En cuanto a las temperaturas medidas fueron:

Modelo de casco
Exterior
Media casco
Máxima casco
Aizea (aero)
25.5
30.0
31.0
Dharma con carcasa (ruta)
26.5
32.0
34.0
Dharma ventilado (ruta)
27.0
28.5
29.0

Como era previsible el casco de ruta sin carcasa era el mejor ventilado, de hecho ya lo había comprobado en el desierto de Marruecos con temperaturas por encima de 40ºC. Sin embargo la duda estaba entre el casco de ruta con carcasa y el casco aero.

La elección es bien clara: casco aero ventilado es mejor que casco de ruta con carcasa. Es más, algo impresionante fue quitarme el casco de ruta y literalmente chorreaba sudor, en cambio con el Aizea no hay apenas sudor.


¿Y el beneficio aerodinámico?

Como ya he comentado antes esta parte de la prueba era más complicada por ser un circuito abierto al tráfico. Para ello haría dos salidas con cada casco tratando de mantener la potencia estable, una de ellas se haría a baja velocidad y otra a alta.

El problema estaba en el mismo tráfico y no en el viento, dado que éste no pasaba de 2 km/h prácticamente en perpendicular al recorrido. De hecho en la primera salida con el Aizea tuve que detener por completo la bicicleta y en la segunda prácticamente también al llegar a una rotonda. Además en ambos casos tuve que dejar de pedalear al entrar en la primera de las rotondas al haber coches dentro de la misma.

Esos frenazos llevan consigo un coste al tener que recuperar la velocidad anterior; por ejemplo, si vas a 36 km/h, tienes que frenar hasta estar parado y luego volver a 36 km/h suponen 2.5W más en una prueba de media hora y el equivalente a 5 W en una de un cuarto de hora.

Además no sólo está en la potencia perdida al tener que recuperarnos de un frenazo sino que también perdemos tiempo y por lo tanto afecta a la velocidad media como explico en el Anexo.

Por último, debido a la variación de temperaturas varía la densidad del aire, cuanto más baja es la temperatura más denso es el aire. Estos son los resultados en velocidad y potencia:

modelo
Temperatura
Densidad aire
Velocidad media
Potencia media
Aizea
25.5
1.183
40.42
259
32.95
154.5
Dharma con carcasa
26.5
1.179
37.6
221
32.2
150
Dharma sin carcasa
27.0
1.177
37.5
222
32.7
158

Con estos resultados podemos calcular el CdA y Crr, que son bastante similares a los obtenidos en el velódromo. Sin embargo, debido a la posible influencia del paso de algún coche, la ausencia de giros y una mejor postura son algo mejores.

Modelo de casco
CdA (m2)
Crr
Diferencia con Aizea
Aizea
0,2439
0,00544

Dharma con carcasa
0,2579
0,00544
3.6%
Dharma sin carcasa
0,2530
0,00544
5.4%

La gráfica es bastante similar a la obtenida en la entrada anterior sobre cascos (ver aquí) y no me voy a extender sobre ella. En el caso del casco Aizea cometí el error de no hacerlo a la misma potencia que en los dos anteriores, pero al hacerlo por sensaciones fue difícil resolver el “efecto placebo”.

Conclusión

Si hablamos de una carrera contra el crono y salvo temperaturas anormalmente altas (por encima de 35ºC) yo recomiendo usar el casco Aizea. De hecho en el Campeonato de España contrarreloj no se vieron cascos de ruta aunque en Cáceres estuvieron a unos 40ºC. El beneficio en tiempo es tan grande que merece la pena.

En un día de calor muy elevado en una prueba de larga distancia como Lanzarote o Hawaii, depende un poco de las sensaciones que cada uno tenga y de la capacidad de adaptarse al calor. En mi caso probablemente recurriría al Aizea.

En ruta o en un triatlón con drafting si las condiciones lo permiten usaría el de ruta con carcasa que me protege del frío y como se ha visto bloquea muy bien el efecto del viento. Es más, en invierno lo encuentro indispensable en rutas por montaña para evitar que nos congelemos al bajar.

  
 Anexo: método de cálculo de las correcciones

Os expongo los números:

Potencia media = Trabajo total / tiempo total
Trabajo de aceleración = Fuerza x espacio
Trabajo de aceleración = masa total x aceleración x espacio

Usando las ecuaciones de la aceleración nos queda que el trabajo debido a las aceleraciones en un recorrido es:

Trabajo = masa total x (velocidad final al cuadrado – velocidad inicial al cuadrado)
W = m x (Vf2– V02)/2

Si queremos saber cómo afecta esa aceleración en la potencia media de un intervalo determinado de tiempo:

Potencia media de aceleración = trabajo de aceleración / tiempo del intervalo
P = W/t

Ojo, hay que poner todas las unidades en el sistema internacional para no liaros. La velocidad se mide en m/s (se divide entre 3.6 la velocidad en km/h), la distancia en metros y el tiempo en segundos.

Por lo tanto para un peso total de 90 kg (incluyendo bici) el trabajo de acelerar desde 0 km/h a 36 km/h es de:

W = 90 x (102 – 02) / 2 =  4500 Julios

Si hablamos de un intervalo de 30 minutos:

P = 4500 / 1800 = 2.5W

Como vemos es independiente del tiempo que se esté acelerando, podemos tardar todo el intervalo o sólo una pequeña parte de él.

Sin embargo no sólo afecta a la Potencia esta frenada sino que también lo hace a la velocidad media.

Si nosotros necesitamos recorrer 1 km hasta alcanzar la velocidad deseada no será lo mismo que si necesitamos 5 km.

Supongamos que vamos a 36 km/h, frenamos hasta cero y tardamos 1 km en volver a la velocidad objetivo tardaremos el siguiente tiempo:

Tiempo en recorrer 1 km acelerando = 2 x espacio / (velocidad final – inicial) = 2 x 1000 /10 =200 segundos
Tiempo en recorrer 1 km a velocidad normal = espacio / velocidad = 1000 / 10 = 100 segundos

Por lo tanto en una prueba de 30 minutos de duración aproximada (18 km a 36km/h) aumentaríamos el tiempo en 200 – 100 segundos = 100 segundos y además consumiríamos más energía y por lo tanto más potencia media, con lo cual quedaría así:

Tiempo necesario 1900 segundos = 31’40”
Incremento de potencia 4500 / 1900 = 2.37W

Si esa aceleración se produjese en 2 km entonces:

Tiempo en recorrer 2 km acelerando = 2 x espacio / (velocidad final – inicial) = 2 x 2000 /10 =400 segundos
Tiempo en recorrer 2 km a velocidad normal = espacio / velocidad = 2000 / 10 = 200 segundos

Con lo cual quedaría de la siguiente forma:

Tiempo necesario de la misma prueba = 2000 segundos = 33’20”
Incremento de potencia 4500 / 2000 = 2.25W

Si esa aceleración se produjese en 100 m entonces:

Tiempo en recorrer 100 m acelerando = 2 x espacio / (velocidad final – inicial) = 2 x 100 /10 =20 segundos
Tiempo en recorrer 100 m a velocidad normal = espacio / velocidad = 100 / 10 = 10 segundos

Con lo cual quedaría de la siguiente forma:

Tiempo necesario de la misma prueba = 1810 segundos = 30’10”
Incremento de potencia 4500 / 1810 = 2.48W


Con lo cual parece interesante recuperar cuanto antes la velocidad sin entrar en un esfuerzo anaeróbico. Sin embargo aquí no tenemos en cuenta el tiempo que estamos circulando con más resistencia de rodadura y aerodinámica.

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martes, 16 de junio de 2015

Ecotrimad 2015: Lo que pudo ser pero no fue


Una pena pero lo que pudo ser no fue. Ese podría ser el resumen de “mi” Ecotrimad 2015, Campeonato de Madrid de Media Distancia.

Pudo ser porque yo creo que tenía el podio en las piernas y me quedé a tres minutos, un 1% menos de tiempo para lograrlo. Estuvo en los pequeños detalles: una mala salida en la natación y verme inmerso en el grupo de unos 300 nadadores, en no subir la cuesta de la transición corriendo, en la segunda vuelta de la bici donde se me fueron 2 minutos, en no ponerme el pulsómetro y forzar más, en definitiva, casi pero no.

Sin embargo vayamos por partes:

El triatlón

Ecotrimad 2012 fue mi debut en media distancia de triatlón donde tuve mi mayor desastre competitivo reventando en la carrera a pie y acabando en 5 horas y media. Sin embargo, no contento con ello repetí en el 2013 con problemas en la bici debido a un roce de la rueda con el cuadro acabé en 5 horas y 10 y hubiera repetido en el 2014 si no hubiera tenido una boda ese mismo día.

Algo tiene Ecotrimad que engancha. Tiene una de las mejores organizaciones de una competición que conozco, todo muy cuidado y cada año mejorándose. No tiene la espectacularidad del producto Ironman o Challenge pero les machaca en dedicación, esfuerzo, cariño y cuidado del verdadero actor: el triatleta.

La natación cambió de sitio respecto a los tres primeros años el año pasado nadando más “en el pueblo” junto a la muralla. Para mi gusto tener que pasar 6 boyas frente a las tres que había en el otro embalse favorece que el grupo vaya más compacto. Lo que es innegable es que para el espectador es mucho más bonito el recorrido. La “cuesta” que hay a la salida del agua es criminal, pero con paciencia se sube mientras te vas desprendiendo del neopreno y una larga transición te lleva a la bici.

El sector de la bici tiene un recorrido duro con un perfil en continuo sube y baja con rampas que llegan a alcanzar el 10% en algún punto, algo que no te permite dejar correr la bici y donde una “cabra” no tiene tanto beneficio respecto a una bici de carretera. De hecho donde puedes dejar correr la bici es siempre cuesta abajo pero en curva. Aun así fui con un desarrollo de 53/39x11-28.
Había en total 5 avituallamientos en el sector de la bici, en la salida, a mitad de la primera vuelta, el paso de vuelta, a mitad de la segunda y la llegada. Tenían agua, isotónico, geles, plátanos, etc. Yo, como siempre, sólo opté por el agua ya que como llevo mis propios geles sé que me funcionan. En la carrera a pie perdí la cuenta de los puntos que tenían agua, porque en cada cruce había un voluntario con agua, así que casi cada kilómetro podías conseguir agua. Un 10.

La carrera, ¡ay la carrera! La carrera de Ecotrimad es siempre una coleccionista de “cadáveres” ya haga frío o calor. Se arranca cuesta arriba en una rampa que no tiene ni pizca de gracia para directamente enganchar con un puente peatonal de unos 50 escalones. En el primer kilómetro ya has subido un total de 43 metros y bajado 12 y en total según las fuentes acumulas entre 230 y 300 metros de subida y bajada. Como siempre digo, las bajadas son más duras en un triatlón que en una carrera de montaña porque ya vas con los cuádriceps destrozados y además son rampas con zonas llanas no un recorrido en permanente subida o bajada.

La llegada pasando por la muralla no me termina de convencer, sé que da pie a unas fotos muy bonitas, pero subir y bajar escaleras no es propio de una carrera y luego no lo disfrutas porque vas encendido. Sin embargo los metros finales junto a ella y girar antes de la entrada al castillo es espectacular, ese ambiente recogido, casi íntimo, es mucho más bonito que cualquier llegada a un gran espacio abierto en parte frío y desangelado.

Os pongo los recorridos tanto en wikiloc como en Strava:

¿Qué hay de mí?

Como antes os adelantaba, una pobre salida de la natación estando colocado en la segunda fila hizo que enseguida estuviera inmerso en el grupo recibiendo los típicos golpes y sin encontrar el ritmo adecuado. Me olvidé de la respiración bilateral y respiraba mirando hacia la derecha, haciendo que me fuera desviando. Un error.





Una vez pasadas las 3 primeras boyas, pude soltar un poco más la brazada y nadar con más agilidad (después de haber recorrido “el palo” de la L que formaba el recorrido) recortando algunos puestos. Aun así me fui a los 32 minutos por no haber sabido apretar lo suficiente, sencillamente me limité a “ir cómodo”.  Fueron dos minutos más que el objetivo inicialmente planteado.

Al salir de la natación decidí que era mejor tomarse con calma la subida a la zona de transición en vez de correr como en todos mis anteriores triatlones, me quité con calma la parte de arriba mientras subía la cuesta. Allí oí que alguien gritaba mi nombre y desde luego fue la mayor satisfacción de la competición. Un compañero, un amigo, un lector del blog que me animaba motivándome para seguir adelante. Luego, al terminar la carrera, se me presentó y me sentí muy contento al saber que al menos una persona lee lo que escribo. Le estaré eternamente agradecido.



En cambio tuve dos ideas que me gustaron para el futuro, en el box tenía preparado el dorsal con la bomba de la bici metida en uno de los compartimentos, así no estropeaba la aerodinámica del cuadro. Además me había metido los geles en el mono antes de nadar, así que sólo me tuve que poner el casco, dorsal, calcetines y zapatos. Con los zapatos de montaña es imposible hacer el salto en la salida y menos con la cuesta que había al arrancar.

La idea en la bici era salir con la cabra en vez de con la de carretera, porque si bien no tenía tan clara la ventaja abismal de una respecto a la otra, la diferencia de peso entre mi bici de carretera (unos 11kg) frente a la de triatlón (7.5kg) hizo que no dudase. Si tuve el claro el desarrollo al apostar por la “paellera” de 53 en vez de por el compact de 50 y las ruedas de aluminio frente a las de perfil, si llovía no era plan de matarse a 80 por hora. El casco fue el Spiuk Aizea con el que he estado haciendo los tests con el visor incluido y he de decir que la comodidad fue absoluta, ningún problema de calor o de visión, aunque el día acompañaba.



En la arrancada del sector de la bici había una cuesta bastante empinada, algo así como 150m metros al 10% donde aproveché para adelantar a 3 metiendo unos 400-450W. De ahí ya me acoplé y me lancé a mi objetivo de hacer entre 2 horas y 10 y 2 horas y cuarto en la bici, así que en la primera subida seria ya estaba en 295W con picos de 330W, es decir, regulando y manteniendo el objetivo.

En un principio y dado que el circuito me lo conocía aproveché para apretar en la bici recuperando bastantes puestos y aprovechando para tomar un gel cada 20 minutos, sé que cuando menos te lo esperas te entra la pájara y más en un día tonto como este. En el primer avituallamiento que usé, ya me había bebido un bidón de agua y tiré el que llevaba justo antes, esa iba a ser mi estrategia.  
La primera vuelta acabó bastante bien y había regulado mejor de lo esperado, no me iba fijando en los tiempos pero tenía la sensación de que estaba jugando al límite con la potencia normalizada, estaba en 260W. Cuando ya había recorrido casi 40km, al subir al punto más alto del recorrido entre Buitrago y Mangirón, vi que estaba en 1 hora y 12 minutos, que haciendo las cuentas me ponían más o menos en el objetivo, más o menos 1 hora y 7 minutos en el paso intermedio.

Sin embargo, la potencia normalizada me preocupó, tenía aún vivo el recuerdo del 2012 y me mentalicé a levantar un poco el pie. Error que me costó el podio, tardé 2 minutos y 20 más que el año anterior. A toro pasado soy consciente de que podía haber hecho un pelín más de esfuerzo y haber doblado en la segunda vuelta.

La carrera a pie no iba a ser menos en Ecotrimad y en el duro arranque me encontré a un viejo compañero animándome justo antes de afrontar el puente peatonal con sus 50 escalones. Tras ese paso me empezaron a alcanzar algunos triatletas que desde luego iban más fuertes que yo, decidí guardar fuerzas en la subida y tras el primer par de kilómetros ya acelerar el ritmo. Allí, justo pasado el hito kilométrico 2 me paré a “hacer un pis”.

En ese momento tuve claro que se me iba a hacer bastante larga la carrera, de hecho fui idiota porque llevaba el pulsómetro en el bolsillo del mono y podría habérmelo puesto para obligarme a ir más rápido. Ese creo que fue el error que me condenó a echarme del podio. Creo que me podría haber defendido mejor y haber recuperado. La prueba es que en la segunda parte de la carrera a pie fui sensiblemente más rápido que en la primera. Antes de cruzar la meta, cuando el speaker gritaba mi nombre, supe que no iba a ser, tuve esa sensación de que se me había ido el podio. Una pena, porque cualquier otro año con esta marca habría estado en el podio incluso ganando.



Los tiempos fueron 32 minutos natación, 2h17 bici y 1h39’ carrera a pie. En la T1 se me fueron unos 5 minutos y en la T2 unos 2. Los tiempos provisionales están en: http://www.youevent.es/sport/multimedia/clasificaciones/ClasificacionEcotrimadFEDERADOSMediaDistancia2015CptoComunidaddeMadriddeMediaDistancia-0.pdf


Como conclusión me llevo varios puntos:

1.       Hay que seguir el plan preparado, los datos numéricos no suelen fallar cuando están bien hechos y a veces el límite está más alto o más bajo de lo que creemos.

2.       Tengo que seguir escribiendo, hay personas que te leen y si te leen es porque les puedes aportar algo, aunque sólo sea entretenimiento. Hay que saber ser agradecidos.

3.       No se pueden tener dos objetivos principales en menos de 6 semanas si el primero es tan duro. La Titan me dejó tocado y la falta de entrenamientos a pie en 6 ó 7 semanas destrozó parte de la previsión. En diciembre creo que llegué a sacar algunas semanas en 80km.

Por último tengo que agradecer las fotografías de @edutri3 y de Santa Fotografía:


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viernes, 12 de junio de 2015

Resumen general de la Titan Desert 2015


Como luego iré desgranando etapa a etapa todas mis sensaciones quería hacer una introducción general a lo que ha sido para mí una de las experiencias deportivas más duras y enriquecedoras a nivel personal. Ha sido una competición donde he llevado mi cuerpo al límite y siempre ha respondido, sin desfallecer, a pesar de que la cabeza decía que no.

Lo más destacable de la Titan Desert es el compañerismo y la acogida entre los participantes desde el primer momento cuando estás en el campamento. En cambio en carrera la gente va a lo suyo y trata de lograr su mejor resultado, pero aun así, si alguien sufre una caída siempre encuentra una mano amiga y si hay una avería mecánica incluso se ha vivido la bondad de algún participante que ha abandonado cediendo parte de su material o incluso la bici completa.

Otro punto fuerte que hace que merezca la pena son los paisajes del desierto, esa evolución desde la cordillera del Atlas, atravesando una garganta muy profunda con escasos 100 metros entre paredes, las cumbres vacías de vegetación hasta llegar al más vasto desierto con dunas es impresionante. Sí, sí, muchos preferirán los Pirineos, los Alpes o California, pero es innegable que un paraje tan inhóspito y a la vez con pequeños asentamientos donde lo único que sobra es la bondad de sus habitantes es cautivador.

Organización, lo positivo

Sin duda, y por lo aprendido de participantes de años anteriores, la organización ha hecho un esfuerzo y hay muchos aspectos que se pueden alabar.

Me esperaba unos baños químicos típicos de cualquier carrera donde el olor y suciedad fuera algo indescriptible, pero para mi sorpresa había 1 aseo cada 25 personas y contaban con al menos 2 marroquíes que estaban pendientes de la limpieza incluso de madrugada. Además eran de acero con cisterna y asiento de plástico, algo más parecido al de una vivienda que al de una pesadilla, obviamente había olores, pero se podía soportar. Las duchas, en igual cantidad, eran de mango con cable y no había soporte, pero así podías lavarte bien por partes ya que debido al gran calor y falta de humedad te secabas antes de que el agua corriera por todo tu cuerpo, tenía algunos problemas de presión y de regulación de temperatura pero era más que correcto. Como complemento tenías una toalla y jabones en tu haima cada día. Muy contento.

La comida, algo que sin duda me preocupaba más que el aseo, también ha estado mejor de lo que esperaba. No es fácil servir comida para unas 1000 personas, menos aún con el calor reinante y que esté buena, pero se consiguió. Para desayunar había pan, tostadas, mantequilla, mermeladas, miel, café, leche, cereales y alguna fruta. Obviamente evité la fruta y el té, no quería tener problemas. Para almorzar y cenar había siempre arroz, varios tipos de pasta, tomate, atún, patata cocida, salsas, pollo o pavo cocinado y a veces ternera, verduras, pan, pastas y naranja. En mi caso opté por pasta sin salsa, patata cocida, atún y a veces pollo, pavo o ternera, el resto me daba miedo; el pan y las pastas obligatorios. Al final lo salvé sin problemas de barriga.

Antes de salir cada día tenías que pasar a recoger el agua y llenar tu mochila de hidratación y bidones sin coste. En carrera había 3 puntos de hidratación que estaban más o menos equidistantes, para mí era un error porque deberían de haber estado equidistantes en el tiempo de la etapa y no en kilómetros, por lo tanto alguno te saltas pero luego se te hace pesado para otros. La solución de dar Powerade para mí es un error, porque algunos participantes sin experiencia en competiciones de más de 5 horas se lo toman como si fuera suficiente y no es así, tiene poca concentración de hidratos. Por otro lado me parece completamente comprensible que no se entreguen barritas o geles, aun si lo hicieran yo no los cogería ya que tu cuerpo no está a acostumbrado a los que te ofrece la organización por no ser los tuyos.

Un gran acierto fue quitar el arranque de etapa nocturno, viendo cómo eran las salidas, sin cajones y a gran velocidad, era un peligro. Además con el polvo que se levanta se ve aún peor con los focos y las caídas estarían garantizadas, si a eso le sumas que muchos tratan de “coger grupo” desde el principio te encontrarías con bastantes ciclistas saliendo de la trazada con el consiguiente peligro de caída en agujeros. Es más, la ausencia de cajones y de chip en el arco de salida es uno de los puntos más peligrosos de toda la carrera. Basta hacer como en las maratones organizando a los corredores de 50 en 50 y no sólo los 50 primeros, basta con organizar los cajones por clasificación del año anterior y al resto en el último cajón y se solucionan los enganchones, caídas y el peligro de la primera hora, donde el primer día ya hubo una rotura de mano. Eso haría subir enteros la carrera en cuanto a calidad.

Lo que menos me gustó

Hay un sentir generalizado en todos los participantes de malestar en tres o cuatro puntos clave que en alguno de ellos se podría haber solucionado con una mejor estrategia de comunicación. Hay otros puntos que tras 10 años de existencia parecen inverosímiles que se den en una carrera que debería de estar un pelín más alta a nivel internacional, tal vez por ello se quede cerca pero sin llegar a eventos como la Cape Epic.

El agua sin duda ha sido la queja que se han llevado todos los participantes a casa. Un briefing-caravana publicitaria que sacó de quicio hasta a los más veteranos que en el primer día fue muchísimo más largo de lo debido y una repetición prácticamente calcada de todos los videos o presentaciones de esta carrera dejó una perla en aire: el agua de la marca “Ciel” había sido cedida a la organización. No recuerdo si 120,000 o 60,000 botellas, la cantidad da igual. La organización olvidó decir que el transporte, procesado, enfriado y distribución en los campamentos corría de su cuenta; además olvidó decir que hay que tener algún método para evitar el despilfarro de agua, ya que otros años se usaban para lavar las bicis.

El problema básico estaba en el precio del agua en los bares, es decir, el agua fría. La organización daba 12 tickets de agua canjeables en la carpa de Ciel, que estaba a temperatura ambiente y proporcionaba todo el agua que quisieras antes de comenzar la etapa y durante la etapa. Sin embargo, si querías agua fría tenía que ser en el bar y esa costaba 2,50 €/botella. Si el agua fría hubiera costado 1 titanito (moneda de cambio a 0,83 € cada uno) no habría habido este problema. Bastaba con una inscripción 10 € más cara y problema solucionado si el coste era un problema para la organización.

Hubo un momento dramático vivido el último día con el aspecto de los precios de la organización, una vez que los participantes ya habían descansado tras la última etapa inevitablemente acudimos al bar. Al parecer los precios de la cerveza pagados con titanitos eran de 4 tickets (3,32 €) y si lo pagabas en euros te hacían la conversión de 10 dirhams 1 euro y te costaba la cerveza 1,50 €, lo mismo ocurría con el agua, comida, etc.

El último día hubo quejas también entre los participantes que se quedaban en los hoteles diferentes al de la organización, estaban en un estado cuasi ruinoso frente al Xaluca. Además el autobús que salió del Xaluca frente al del Ati tenía una diferencia de edad de unos 20 años, en uno funcionaba el aire a la perfección y en el otro había una ventana cerrada con un cartón y no iba el aire, eso encendió los ánimos obviamente de los que se habían quedado en el peor hotel de los dos.

Ese punto es bueno, la espera en el aeropuerto militar se hizo insufrible, sin posibilidad de comprar agua o comida y dado que acabamos llegando a las 7 a Madrid estuvimos sin comer casi 11 horas. La organización si hubiera previsto este hecho podría haber llegado algún tipo de acuerdo con los militares y haber puesto un pequeño tenderete con agua y comida, incluso a precio abusivo de aeropuerto, si en ese sentido da igual, pero sabiendo que iba a haber varias horas de retraso vista la actitud de los locales habría solucionado mucho cabreo, que al final es con lo que uno llega a casa.

La principal queja que oí en los círculos de novatos el primer día fueron los plátanos. El plátano, esa fruta que parece que tiene atributos mágicos por tener potasio, pero la patata cocida tiene una mayor cantidad de potasio. Bastaba con explicar que el plátano tiene el problema de que se estropea fácilmente con el calor y que es muy complicado llevarlo hasta allí ya que no se trata de una fruta autóctona. Creo que es una queja un tanto banal nunca mejor dicho.

Por último quiero destacar otras dos quejas que a la vez son una. No se puede ir con voluntarios en puestos clave. Da igual que sean gratis, un asalariado va a dar mucho mejor servicio a la organización y se va a rentabilizar el solo saliendo más barato que el voluntario. Eso lo he aprendido cada vez que he tenido que organizar personal para cualquier evento, obra o lo he hablado con organizadores de carreras. Un voluntario “no sabe”, no ayuda, no es capaz de resolver imprevistos, no tiene inventiva, en definitiva no es profesional. Por lo tanto cada vez que hay un problema el voluntario escurre el bulto y lanza el balón a los de arriba, así que cuando el problema es grande se lo tragan los 4 organizadores que cobran.

Esto es precisamente lo que ocurrió en la etapa 5. Un error al dar las coordenadas en dos puntos clave de la jornada, la famosa etapa Garmin, hizo que el punto de control 4 (punto obligatorio de paso) y el punto de hidratación 2 (punto casi obligatorio dado que estás en el desierto) no estuvieran donde se indicó en el briefing del día anterior. Es más, no eran visibles desde las coordenadas originales. Si en vez de unos voluntarios hubieran contado con un personal profesional habrían desplazado un coche para avisar en esos dos puntos o habrían puesto un cartel. Sin embargo al ser voluntarios llegaron a sufrir agresiones por parte de los participantes tanto verbales como físicas para quitarles el agua.

Esto a su vez provocó que todos los corredores centrasen su ira, en las pocas personas reconocibles de la organización hecho que acabó suponiendo un problema en el briefing y que los participantes se quejasen del trato de la organización. Es normal. Me consta que fuera de carrera son personas calmadas, educadas, centradas y con un carácter amable, sin embargo en situaciones de máxima tensión es habitual que estas formas se descontrolen siendo altamente nocivo para su empresa.

Por otro lado, creo que Garmin y en concreto Garmin España, se equivocaron de pleno en dicha etapa. Es muy triste la poca visión de negocio que tuvieron al no lanzar unos mapas topográficos más detallados de la zona al vender su mapa comercial de la zona a través de ofertas en la web de la Titan, probablemente habrían vendido entre 200 y 500 mapas que al nada despreciable precio de 100 € el negocio habría sido redondo y todo por un coste inferior a 3000 €. De hecho se vendían mapas topográficos generados por un “anónimo” en España a 100 € y creo que llegó a vender unos 200. Pues eso, Garmin desaprovechó la oportunidad de mostrar el verdadero potencial de su producto y desaprovechó la oportunidad de tener algún ganador de etapa gracias a la navegación. Es más, Garmin debería de haber cuidado con detalle la etapa y los famosos puntos de control de dicha etapa y debido a esa dejadez acabó siendo un desastre.
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Aspectos mejorables a nivel organizativo

No todo son quejas, también hay ideas o sugerencias para un mejor funcionamiento de esta carrera. Es más, si me tomo el tiempo de redactar esta entrada es porque escribo lo que me gustaría que hubiera sido frente a lo que fue.

Me habría gustado que el mapa topográfico de la zona del roadbook hubiera sido a una escala más detallada, uno de escala 1:250000 es de muy baja resolución, vamos, 1 cm de mapa 2,5 km. La posibilidad de contratar internet vía wi-fi en los campamentos como ocurría con los periodistas habría sido un gran logro, muchos participantes estaban dispuestos a pagar 100 € por una conexión ya que muchos iban con tarifas de datos a precios increíblemente caros (250 €/ gB).

Me habría gustado que avisasen de que el compresor iba sin adaptador para válvula fina, me habría evitado muchos problemas.

Me habría gustado que la organización cumpliera la normativa propia como multar a quien no llevase envoltorios con números, me parece una pena que los “profesionales” ensuciasen el recorrido. También me molestaron los controles que se hacían, no sólo estaban avisados y había sólo 1 al día, sino que dan lugar a una fácil argucia legal para evitar sus consecuencias: la cadena de custodia de las muestras. Es posible que haya alguno que no vaya “limpio”, pero no es que lo diga yo, es que no es más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos y numerosos exdopados han participado en la prueba y numerosos sospechosos también. No sólo hablo de profesionales, sino de cualquier amateur, si una persona se dopa para estar guapo, ¿cómo no lo va a hacer para tratar de mejorar un puesto?

Un punto y aparte merecen los conductores de vehículos de la organización o de los visitantes, siendo peligrosos e irrespetuosos con el participante, no se puede adelantar dejando el participante a sotavento, se le llena de arena y es muy fácil evitarlo. También vi algún accidentado por culpa de un conductor que se metió por donde no debía y lo derribó, las heridas eran bastante feas pero por suerte no hubo rotura de huesos y pudo terminar la Titan Desert.

Me habría gustado que las etapas hubieran sido más largas, con esas distancias los profesionales habitualmente bajaban de 4 horas y los amateurs de 5, para que una etapa deje secuelas al día siguiente ha de ser de 6 horas o más. La distancia del año pasado si era razonable. La última etapa de 66km con viento a favor se convertía en una etapa por debajo de las 3 horas, algo que se podía agradecer por parte de muchos “finishers” pero no por los que buscábamos un reto de verdad.
Algo que tampoco me parecía justo del todo es la prohibición expresa de no usar el sistema de tracking de corredores que no fuera el de la organización. Supongo que se hace para evitar que alguien pueda hacer trampas, pero el precio de 200 € es un disparate cuando un aparato similar cuesta 40 € en el mercado.

Por último, me habría gustado que no hubiera que tirar de tu maleta desde el camión de las maletas hasta tu haima y por las mañanas no tener que llevarla al camión. Ya puestos también me habría gustado, que esto no es nada complicado, haber tenido enchufe dentro de la haima y no en el bar donde tenías que estar pendiente.

Mis errores

Sin duda creo que esta es la parte más interesante de la historia, evaluar mis propios errores ya sea por falta de previsión, por ingenuidad o por pereza.
Sabiendo que yo no soy un fiera de la mecánica, es más, que soy algo torpe, ir sin todos los manuales de mantenimiento de la bicicleta y piezas de recambio de todo el conjunto de la transmisión, desde mandos a cableado, cadena, desviador, patilla para el cambio (la pieza que sujeta el desviador trasero al cuadro que es específica de cada bici) platos y casete fue un error que pagué muy caro. El primer día averié una de las roldanas del cambio en la caída y a pesar de tener un desviador de repuesto al sustituir el cable de cambio averié la maneta delantera, tuve que pasar por caja y contratar mecánico. Si no eres un manitas, lo mejor es ir con el mecánico contratado, te quitas todo tipo de problemas y te aseguras de que vaya la bici bien.

Una buena idea fue llevar la ropa de competición separada en una bolsa por día, con eso te evitas que se te llene de arena, se ensucie y se te pierda. Sin embargo, lo mejor es llevar bolsas independientes tanto para la ropa de deporte como la de vestir o de dormir. Es una lata abrir y cerrar la maleta y ordenar el equipaje en una haima a 45ºC se puede convertir en un pequeño infierno.

Durante el día vas a estar en bañador y camiseta y cuando se hace de noche te pones una sudadera encima, con lo cual tampoco tiene mucho sentido llevarte calzoncillos para cada día y pantalones para cada día. Dos pantalones y un par de calzoncillos y problema solucionado. Siempre puedes lavar alguno que se te haya ensuciado a mano, aunque no deberías de hacerlo por consumir mucha agua. Lo bueno es que se seca rápido.

Para dormir lo mejor son mallas térmicas, camiseta térmica y por si acaso una sudadera, si te tienes que levantar al cuarto de baño en mitad de la noche recuerda que fuera puede hacer 5ºC. Es más, si los primeros días son en el Atlas tal vez sería bueno dormir con el saco y la manta que te proporciona la organización.

Uno de mis grandes errores fue el de la maleta, no tenerla lista provocaba que me retrasase por las mañanas, esto pasaba porque todos los días metía y sacaba casi toda la ropa de diario, la ropa sucia del día anterior y las herramientas. Lo perfecto hubiera sido haber dividido la maleta también para las herramientas. El hecho de no llevar maleta rígida sí que fue un acierto ya que alguna maleta sí que vi que había sufrido al meterla en el camión.

Como era lento con la maleta me colocaba fatal en la salida, ya que estar el 150 (los 50 primeros más otros 100) y sumando los que se colaban sin pasar el arco de salida no era raro que en el primer kilómetro estuviera por encima del 200. Eso hacía que tuviera que remontar y que no pudiera enganchar con algún grupo que rodase a mi ritmo. Encima podría haber calentado por las mañanas unos 10 minutos, con eso el arranque no habría sido tan duro y no me habría costado tanto recuperar.

El libro de ruta está para algo y tendemos a pensar que no sirve para nada si llevamos un GPS, pero nada más lejos de la realidad. Es un buen ejercicio tratar de adivinar el recorrido con tu gps, hacer caso a los giros e indicaciones y analizar posibles atajos. Por ejemplo, en la etapa Garmin si seguías bien el libro de ruta podías hacer menos parte de dunas, luego recortar en la parte abierta y si seguías el camino a partir del CP3 ibas a llegar al CP4 sin perderte. De ahí además podías recortar el recorrido. En la etapa 4 también se podían hacer atajos y en otras etapas podías decidir si saltarte un punto de avituallamiento. Todo eso me lo salté…

Es mejor una buena doble que una rígida, porque protege mejor de golpes y rozaduras; además de proteger las lumbares al no tener que ir tanto tiempo de pie. De hecho en mi caso siendo todo lo torpe que soy bajando una doble me habría ayudado a darme confianza en dos días al menos y con ello podría haber recortado mínimo una media hora. Tampoco hay mucha ventaja en la rígida salvo donde tienes la oportunidad de rodar rápido y suele ser al final de las etapas. De hecho no haber entrenado más bajadas largas, rápidas y complicadas fue uno de mis mayores fracasos, perdí muchísimo tiempo.

Otro error fue no llevar bolsa de herramientas y para las cámaras de repuesto, eso hacía que acabase cargando con mucho peso en la espalda. También podría haber llevado la cubierta que llevaba de repuesto en el manillar y me habría ahorrado un peso extra. Otra opción habría sido llevar bombonas de CO2 enganchadas al sillín, con eso podría haber bajado presión en las dunas y luego haber hinchado, o en la primera etapa donde me tuve que parar a bajar presiones y luego a subirlas, perdiendo unos 5 ó 6 minutos. Ojo, las botellas de CO2 en teoría no deben de ir en el avión sino con la bici, ya que no te las deberían de dejar subir a bordo.

Como siempre, hay cosas que uno no ha probado y luego te das cuenta de que sólo gracias a la suerte te has librado de problemas. Por ejemplo fue no haber probado reparar rajas en cubiertas, la teoría me la sabía pero nunca la había aplicado, bueno, de todas formas llevaba una cubierta de repuesto. En cambio sí que me comí el problema de no haber probado la tarjeta de la cámara y venía en un formato no reconocible y acabé teniendo que perder toda la información del día 3, 4, 5 y 6. También tuve problemas con los guantes, llevé unos de bici de carretera y finalmente tuve que usar uno de cada tipo en cada mano ya que me salió una ampolla el primer día por usar unos de cuero.

En cuanto a la higiene, he decir que es bueno llevarte tu propio champú en botes pequeños, si bien la organización te da, suele ser poco. Una buena esponja o guante de crin ayuda también a quitarte la suciedad, hay que pensar que te untas en crema solar antes de salir y en cuanto sales con todo el polvo que se genera te ensucias como si vinieras de hacer ciclocross. Hablando de crema solar, es mejor llevar botes tipo crema que botes de spray porque el spray se va bastante al ambiente y suele hacer viento en el desierto. Es necesario un kit de manicura, no sólo tijeras, sino algo para limpiar bien bajo las uñas ya que te vas a enfrentar a ese problema con tanta tierra. Un acierto en cambio fue llevar desodorante de bola, los de spray pueden explotar y los de barra se derriten.

Mis aciertos

Como guía para los futuros titanes o participantes en pruebas similares hay algunos puntos que por casualidad o por darle más de una vuelta me han funcionado bien frente a las decisiones de otros. Las expongo un poco más resumidas que el resto:

No llevar colchoneta, puedes dormir en el suelo sobre las alfombras perfectamente, si quieres un extra de comodidad deja que se seque tu toalla y úsala para evitar algún desnivel del suelo o como almohada. Eso sí, acuérdate de quitar las piedras de debajo de las alfombras. Cargar con el peso de una colchoneta hinchable de playa y correr el riesgo de que pinche (un 20% de las colchonetas sufrió ese problema) no me parecía razonable. Además, para mí es menos cómodo una colchoneta de playa que el suelo. Eso sí, comprueba en casa dónde vas a llevar el saco de dormir y que no te molesta, alguno compró un transportín para la bici y luego le rozaba en la rueda.

Las cubiertas de Continental Race King Protection 29x2.2 eran una buena solución, rodaban que daba gusto y con 1.8 bares no tuve pinchazos ni rajas a pesar de cruzar incluso una zona de pizarra suelta. Tal vez una cubierta delantera con menos capacidad rodadora y más agarre me habría venido mejor, pero dado que a mí me gusta rodar hice con éstas volé.

No usar doble culotte, muchos lo usan, pero la clave está en traer “el culo preparado de casa”, son muchos kilómetros, mucho bache, mucho sudor y un ambiente muy seco. El sudor arrastra sales, el ambiente seco seca el sudor rápidamente dejando las sales sobre el culotte y los baches hacen que cambies de posición continuamente. La solución es haber hecho muchos kilómetros en condiciones similares para evitar esas ampollas y usar abundante vaselina, de hecho si de verdad quieres evitarlo en cada parada de agua ponte más. Un doble culotte puede ayudar a reducir baches, pero aumenta la presión sobre las piernas y una mala arruga puede hacernos mucho más daño. Una buena opción es una bici de doble amortiguación. Otra cosa genial fue usar la marca portuguesa “Cofides”, sobre todo los culottes que tienen la badana que está ahora “de moda” una de espuma perforada con filamentos de carbono que ayuda a disipar el sudor, a transpirar y a que no sea tan calurosa. Además los filamentos reducen las rozaduras. Ojo, es importante llevar una equipación para cada día porque si la tienes que lavar probablemente no tengas la suficiente cantidad de agua como para poder sacar todo el sudor acumulado y las sales y si no lo consigues se acumulan para el día siguiente favoreciendo las rozaduras.

El casco y las gafas de sol son otro componente que puede hacernos sufrir bastante. Un casco ligero, de color claro, muy ventilado y con los agujeros de ventilación que bloqueen el sol es imprescindible. Hay cascos que por un mal diseño de los agujeros permiten que los rayos de sol incidan en la cabeza, lo que puede provocar quemaduras en el cuero cabelludo o ampollas, de hecho había un ciclista ruso que estaba calvo y tenía la marca de los agujeros en la cabeza. El Spiuk Dharma fue fundamental en mi caso. En el caso de guantes (de cofides, de tela y no de cuero) y unas buenas gafas ya usadas en multitud de salidas largas evitaron problemas. Hay que tener en cuenta que la gran cantidad de polvo hacía que tuviera que limpiarlas todos los días, así que imaginaos sin gafas.

La falta de crema solar puede provocar que nos quememos con el sol y cuando esto ocurre nos deshidratamos más rápido, así que una del factor 50 antes de salir y llenarte de polvo hasta las cejas nos protegerán de daños. Si a esto le sumamos un camelback de 3 litros y dos bidones de 0.75 cada uno, podemos evitar deshidrataciones, de hecho si el primer punto de agua está cerca y la etapa lo favorece podemos saltarnos algún punto. En esto el camelback Mule fue la apuesta perfecta, cabía la cubierta de repuesto, un par de cámaras, el agua y herramientas. Los modelos más pequeños se quedaban cortos y tenías que llevar cosas colgando o no servían para la etapa maratón y los más grandes iban a dañar la espalda.

Eso sí, a pesar de todo eso hay que tener en cuenta que en el desierto la deshidratación no avisa, no parece que tengamos sed aunque hayamos perdido mucha agua, mi truco es: “mea transparente”. Cuanto más oscura sea la orina más deshidratados estamos, por eso hay que beber todo el día. Para que os hagáis una idea lo normal en mi caso fue beber unos 10 litros de agua al día.

Otro clásico, esta vez para la barriga, fue la de optar por los geles de Nutrisport, no se estropean con el calor, es fácil dosificarte y no pasarte o quedarte corto. Se toman cada media hora y con una correcta hidratación evitas diarreas. Además no comiendo nada crudo, no bebiendo agua que no fuera embotellada y no tomando salsas o zumos evité el clásico problema de estómago. Arroz, pasta, patatas cocidas, atún, pan, cereales, leche, café, miel y alguna carne muy cocinada fue toda mi comida. Eso sí, además el chorizo y el salchichón envasados al vacío pero sin cortar y los pistachos fueron un apoyo los dos últimos días que estaba desganado.

En cuanto a herramientas poco puedo decir, fue un error suponer que los compresores iban a tener boquilla para válvula presta y tenía que andar mendigando el adaptador. El segundo día coloqué la bomba en el cuadro y así quité peso en la mochila y sobre todo lo incómodo que resulta que esté molestando. El kit multiherramienta de topeak funcionó perfectamente y realmente sólo eché en falta una navaja o alicates. En cuanto a mis herramientas llevé lo justo, pero tampoco me hacía falta más, tenía todo lo necesario para afrontar casi cualquier reparación salvo el conocimiento y habilidad suficiente para reparar la bici. De hecho, otro buen punto y que deberíais de tener en cuenta todos los que queráis intentar la Titan sin asistencia es conocer antes a un mecánico y hacerte amigo de él por si la avería que sufrís es tan grande que no podéis repararla y tenéis que abandonar dicha clasificación (como me pasó a mí).

Como consejos generales recomiendo llevar una batería externa auxiliar por si nos quedamos sin carga en el GPS o si llevas una cámara de acción tipo Go-Pro. En mi caso además me hice una caja fuerte con un taladro para sacar los cables y así poder cargar en la zona de carga de equipos electrónicos sin tener que estar pendiente de los aparatos.

A mí me funcionó muy bien la batería externa que me compré de 10,000 mAh que me permitía ir el 100% del tiempo grabando con la cámara (al menos dos días), cargar el GPS y cargar el móvil. Además cargas la batería y te puedes llevar el GPS donde quieras para cargar y meter los waypoints de la etapa del día siguiente. El móvil además fue un viejo Nokia al que le dura la batería 4 días y me sirve para llamar, mandar mensajes y emergencias; un Smartphone no es interesante porque no tienes wifi o conexión 3G en ningún sitio prácticamente.

Hay que llevar dinero en efectivo (bastante) por si tienes algún problema mecánico y tienes que pagarlo, por si quieres comprar titanitos (tickets para comprar bebidas en el bar), para el aeropuerto y para alguna tienda de conveniencia. Allí aceptaban euros en todos los sitios. Además es bueno llevárselo en la mochila junto con la cartera, por si te pasa algo en la bici.

En cuanto al desarrollo de la carrera aparte de los geles tuve algunos aciertos como quitarme los zapatos y calcetines en cuanto entramos en las dunas, total, si te los vas a tener que quitar igual. Incluso diría que una buena opción es salir sin calcetines de meta y tras el paso de dunas ponerte los calcetines limpios.

En el entrenamiento podríamos decir que acerté al 80%. Es cierto que es una carrera muy rodadora y que el mejor entrenamiento se hace en bici de carretera, aun así yo diría que el 80% del tiempo lo hice de tal forma y el 20% en la de montaña. Sin embargo me equivoqué al no entrenar bajadas largas y rápidas con la mtb y en vez de eso me dediqué a rodar, practicar técnica en trialeras y salidas largas y duras. Sí que acerté de pleno en la carga de entrenamientos, llegando a 22 horas semanales, que hicieron que me encontrase muy fuerte todos los días, incluso rodando en solitario.

Por último un tappering bien hecho a falta de 3 semanas, reduciendo la duración y aumentando la carga hicieron que llegase en un pico de forma muy bueno.


En fin, esto es mi idea general de lo que ha sido la Titan Desert sin comentar las etapas, algo que voy a hacer en las futuras entradas. 

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