Como luego iré desgranando etapa a etapa todas mis
sensaciones quería hacer una introducción general a lo que ha sido para mí una
de las experiencias deportivas más duras y enriquecedoras a nivel personal. Ha
sido una competición donde he llevado mi cuerpo al límite y siempre ha
respondido, sin desfallecer, a pesar de que la cabeza decía que no.
Lo más destacable de la Titan Desert es el compañerismo y la
acogida entre los participantes desde el primer momento cuando estás en el
campamento. En cambio en carrera la gente va a lo suyo y trata de lograr su
mejor resultado, pero aun así, si alguien sufre una caída siempre encuentra una
mano amiga y si hay una avería mecánica incluso se ha vivido la bondad de algún
participante que ha abandonado cediendo parte de su material o incluso la bici
completa.
Otro punto fuerte que hace que merezca la pena son los
paisajes del desierto, esa evolución desde la cordillera del Atlas, atravesando
una garganta muy profunda con escasos 100 metros entre paredes, las cumbres
vacías de vegetación hasta llegar al más vasto desierto con dunas es
impresionante. Sí, sí, muchos preferirán los Pirineos, los Alpes o California,
pero es innegable que un paraje tan inhóspito y a la vez con pequeños
asentamientos donde lo único que sobra es la bondad de sus habitantes es
cautivador.
Organización, lo positivo
Sin duda, y por lo aprendido de participantes de años
anteriores, la organización ha hecho un esfuerzo y hay muchos aspectos que se
pueden alabar.
Me esperaba unos baños químicos típicos de cualquier carrera
donde el olor y suciedad fuera algo indescriptible, pero para mi sorpresa había
1 aseo cada 25 personas y contaban con al menos 2 marroquíes que estaban
pendientes de la limpieza incluso de madrugada. Además eran de acero con
cisterna y asiento de plástico, algo más parecido al de una vivienda que al de
una pesadilla, obviamente había olores, pero se podía soportar. Las duchas, en
igual cantidad, eran de mango con cable y no había soporte, pero así podías
lavarte bien por partes ya que debido al gran calor y falta de humedad te
secabas antes de que el agua corriera por todo tu cuerpo, tenía algunos
problemas de presión y de regulación de temperatura pero era más que correcto.
Como complemento tenías una toalla y jabones en tu haima cada día. Muy
contento.
La comida, algo que sin duda me preocupaba más que el aseo,
también ha estado mejor de lo que esperaba. No es fácil servir comida para unas
1000 personas, menos aún con el calor reinante y que esté buena, pero se
consiguió. Para desayunar había pan, tostadas, mantequilla, mermeladas, miel,
café, leche, cereales y alguna fruta. Obviamente evité la fruta y el té, no
quería tener problemas. Para almorzar y cenar había siempre arroz, varios tipos
de pasta, tomate, atún, patata cocida, salsas, pollo o pavo cocinado y a veces
ternera, verduras, pan, pastas y naranja. En mi caso opté por pasta sin salsa,
patata cocida, atún y a veces pollo, pavo o ternera, el resto me daba miedo; el
pan y las pastas obligatorios. Al final lo salvé sin problemas de barriga.
Antes de salir cada día tenías que pasar a recoger el agua y
llenar tu mochila de hidratación y bidones sin coste. En carrera había 3 puntos
de hidratación que estaban más o menos equidistantes, para mí era un error
porque deberían de haber estado equidistantes en el tiempo de la etapa y no en
kilómetros, por lo tanto alguno te saltas pero luego se te hace pesado para
otros. La solución de dar Powerade para mí es un error, porque algunos
participantes sin experiencia en competiciones de más de 5 horas se lo toman
como si fuera suficiente y no es así, tiene poca concentración de hidratos. Por
otro lado me parece completamente comprensible que no se entreguen barritas o
geles, aun si lo hicieran yo no los cogería ya que tu cuerpo no está a
acostumbrado a los que te ofrece la organización por no ser los tuyos.
Un gran acierto fue quitar el arranque de etapa nocturno,
viendo cómo eran las salidas, sin cajones y a gran velocidad, era un peligro.
Además con el polvo que se levanta se ve aún peor con los focos y las caídas
estarían garantizadas, si a eso le sumas que muchos tratan de “coger grupo”
desde el principio te encontrarías con bastantes ciclistas saliendo de la
trazada con el consiguiente peligro de caída en agujeros. Es más, la ausencia
de cajones y de chip en el arco de salida es uno de los puntos más peligrosos
de toda la carrera. Basta hacer como en las maratones organizando a los
corredores de 50 en 50 y no sólo los 50 primeros, basta con organizar los
cajones por clasificación del año anterior y al resto en el último cajón y se
solucionan los enganchones, caídas y el peligro de la primera hora, donde el
primer día ya hubo una rotura de mano. Eso haría subir enteros la carrera en
cuanto a calidad.
Lo que menos me gustó
Hay un sentir generalizado en todos los participantes de
malestar en tres o cuatro puntos clave que en alguno de ellos se podría haber
solucionado con una mejor estrategia de comunicación. Hay otros puntos que tras
10 años de existencia parecen inverosímiles que se den en una carrera que
debería de estar un pelín más alta a nivel internacional, tal vez por ello se
quede cerca pero sin llegar a eventos como la Cape Epic.
El agua sin duda ha sido la queja que se han llevado todos
los participantes a casa. Un briefing-caravana publicitaria que sacó de quicio
hasta a los más veteranos que en el primer día fue muchísimo más largo de lo
debido y una repetición prácticamente calcada de todos los videos o
presentaciones de esta carrera dejó una perla en aire: el agua de la marca
“Ciel” había sido cedida a la organización. No recuerdo si 120,000 o 60,000
botellas, la cantidad da igual. La organización olvidó decir que el transporte,
procesado, enfriado y distribución en los campamentos corría de su cuenta;
además olvidó decir que hay que tener algún método para evitar el despilfarro
de agua, ya que otros años se usaban para lavar las bicis.
El problema básico estaba en el precio del agua en los
bares, es decir, el agua fría. La organización daba 12 tickets de agua
canjeables en la carpa de Ciel, que estaba a temperatura ambiente y
proporcionaba todo el agua que quisieras antes de comenzar la etapa y durante
la etapa. Sin embargo, si querías agua fría tenía que ser en el bar y esa
costaba 2,50 €/botella. Si el agua fría hubiera costado 1 titanito (moneda de cambio a 0,83 € cada uno) no habría habido este
problema. Bastaba con una inscripción 10 € más cara y problema solucionado si
el coste era un problema para la organización.
Hubo un momento dramático vivido el último día con el
aspecto de los precios de la organización, una vez que los participantes ya
habían descansado tras la última etapa inevitablemente acudimos al bar. Al
parecer los precios de la cerveza pagados con titanitos eran de 4 tickets (3,32
€) y si lo pagabas en euros te hacían la conversión de 10 dirhams 1 euro y te
costaba la cerveza 1,50 €, lo mismo ocurría con el agua, comida, etc.
El último día hubo quejas también entre los participantes
que se quedaban en los hoteles diferentes al de la organización, estaban en un
estado cuasi ruinoso frente al Xaluca. Además el autobús que salió del Xaluca
frente al del Ati tenía una diferencia de edad de unos 20 años, en uno
funcionaba el aire a la perfección y en el otro había una ventana cerrada con
un cartón y no iba el aire, eso encendió los ánimos obviamente de los que se
habían quedado en el peor hotel de los dos.
Ese punto es bueno, la espera en el aeropuerto militar se
hizo insufrible, sin posibilidad de comprar agua o comida y dado que acabamos
llegando a las 7 a Madrid estuvimos sin comer casi 11 horas. La organización si
hubiera previsto este hecho podría haber llegado algún tipo de acuerdo con los
militares y haber puesto un pequeño tenderete con agua y comida, incluso a
precio abusivo de aeropuerto, si en ese sentido da igual, pero sabiendo que iba
a haber varias horas de retraso vista la actitud de los locales habría
solucionado mucho cabreo, que al final es con lo que uno llega a casa.
La principal queja que oí en los círculos de novatos el
primer día fueron los plátanos. El plátano, esa fruta que parece que tiene
atributos mágicos por tener potasio, pero la patata cocida tiene una mayor
cantidad de potasio. Bastaba con explicar que el plátano tiene el problema de
que se estropea fácilmente con el calor y que es muy complicado llevarlo hasta
allí ya que no se trata de una fruta autóctona. Creo que es una queja un tanto
banal nunca mejor dicho.
Por último quiero destacar otras dos quejas que a la vez son
una. No se puede ir con voluntarios en puestos clave. Da igual que sean gratis,
un asalariado va a dar mucho mejor servicio a la organización y se va a
rentabilizar el solo saliendo más barato que el voluntario. Eso lo he aprendido
cada vez que he tenido que organizar personal para cualquier evento, obra o lo
he hablado con organizadores de carreras. Un voluntario “no sabe”, no ayuda, no
es capaz de resolver imprevistos, no tiene inventiva, en definitiva no es
profesional. Por lo tanto cada vez que hay un problema el voluntario escurre el
bulto y lanza el balón a los de arriba, así que cuando el problema es grande se
lo tragan los 4 organizadores que cobran.
Esto es precisamente lo que ocurrió en la etapa 5. Un error
al dar las coordenadas en dos puntos clave de la jornada, la famosa etapa
Garmin, hizo que el punto de control 4 (punto obligatorio de paso) y el punto
de hidratación 2 (punto casi obligatorio dado que estás en el desierto) no
estuvieran donde se indicó en el briefing del día anterior. Es más, no eran
visibles desde las coordenadas originales. Si en vez de unos voluntarios
hubieran contado con un personal profesional habrían desplazado un coche para
avisar en esos dos puntos o habrían puesto un cartel. Sin embargo al ser
voluntarios llegaron a sufrir agresiones por parte de los participantes tanto
verbales como físicas para quitarles el agua.
Esto a su vez provocó que todos los corredores centrasen su
ira, en las pocas personas reconocibles de la organización hecho que acabó
suponiendo un problema en el briefing y que los participantes se quejasen del
trato de la organización. Es normal. Me consta que fuera de carrera son
personas calmadas, educadas, centradas y con un carácter amable, sin embargo en
situaciones de máxima tensión es habitual que estas formas se descontrolen
siendo altamente nocivo para su empresa.
Por otro lado, creo que Garmin y en concreto Garmin España,
se equivocaron de pleno en dicha etapa. Es muy triste la poca visión de negocio
que tuvieron al no lanzar unos mapas topográficos más detallados de la zona al
vender su mapa comercial de la zona a través de ofertas en la web de la Titan,
probablemente habrían vendido entre 200 y 500 mapas que al nada despreciable
precio de 100 € el negocio habría sido redondo y todo por un coste inferior a
3000 €. De hecho se vendían mapas topográficos generados por un “anónimo” en
España a 100 € y creo que llegó a vender unos 200. Pues eso, Garmin
desaprovechó la oportunidad de mostrar el verdadero potencial de su producto y
desaprovechó la oportunidad de tener algún ganador de etapa gracias a la
navegación. Es más, Garmin debería de haber cuidado con detalle la etapa y los
famosos puntos de control de dicha etapa y debido a esa dejadez acabó siendo un
desastre.
-
Aspectos mejorables a nivel organizativo
No todo son quejas, también hay ideas o sugerencias para un
mejor funcionamiento de esta carrera. Es más, si me tomo el tiempo de redactar
esta entrada es porque escribo lo que me gustaría que hubiera sido frente a lo
que fue.
Me habría gustado que el mapa topográfico de la zona del
roadbook hubiera sido a una escala más detallada, uno de escala 1:250000 es de
muy baja resolución, vamos, 1 cm de mapa 2,5 km. La posibilidad de contratar
internet vía wi-fi en los campamentos como ocurría con los periodistas habría
sido un gran logro, muchos participantes estaban dispuestos a pagar 100 € por
una conexión ya que muchos iban con tarifas de datos a precios increíblemente
caros (250 €/ gB).
Me habría gustado que avisasen de que el compresor iba sin
adaptador para válvula fina, me habría evitado muchos problemas.
Me habría gustado que la organización cumpliera la normativa
propia como multar a quien no llevase envoltorios con números, me parece una
pena que los “profesionales” ensuciasen el recorrido. También me molestaron los
controles que se hacían, no sólo estaban avisados y había sólo 1 al día, sino
que dan lugar a una fácil argucia legal para evitar sus consecuencias: la
cadena de custodia de las muestras. Es posible que haya alguno que no vaya
“limpio”, pero no es que lo diga yo, es que no es más que un reflejo de la
sociedad en la que vivimos y numerosos exdopados han participado en la prueba y
numerosos sospechosos también. No sólo hablo de profesionales, sino de
cualquier amateur, si una persona se dopa para estar guapo, ¿cómo no lo va a
hacer para tratar de mejorar un puesto?
Un punto y aparte merecen los conductores de vehículos de la
organización o de los visitantes, siendo peligrosos e irrespetuosos con el
participante, no se puede adelantar dejando el participante a sotavento, se le
llena de arena y es muy fácil evitarlo. También vi algún accidentado por culpa
de un conductor que se metió por donde no debía y lo derribó, las heridas eran
bastante feas pero por suerte no hubo rotura de huesos y pudo terminar la Titan
Desert.
Me habría gustado que las etapas hubieran sido más largas,
con esas distancias los profesionales habitualmente bajaban de 4 horas y los
amateurs de 5, para que una etapa deje secuelas al día siguiente ha de ser de 6
horas o más. La distancia del año pasado si era razonable. La última etapa de
66km con viento a favor se convertía en una etapa por debajo de las 3 horas,
algo que se podía agradecer por parte de muchos “finishers” pero no por los que
buscábamos un reto de verdad.
Algo que tampoco me parecía justo del todo es la prohibición
expresa de no usar el sistema de tracking de corredores que no fuera el de la
organización. Supongo que se hace para evitar que alguien pueda hacer trampas,
pero el precio de 200 € es un disparate cuando un aparato similar cuesta 40 €
en el mercado.
Por último, me habría gustado que no hubiera que tirar de tu
maleta desde el camión de las maletas hasta tu haima y por las mañanas no tener
que llevarla al camión. Ya puestos también me habría gustado, que esto no es
nada complicado, haber tenido enchufe dentro de la haima y no en el bar donde
tenías que estar pendiente.
Mis errores
Sin duda creo que esta es la parte más interesante de la
historia, evaluar mis propios errores ya sea por falta de previsión, por
ingenuidad o por pereza.
Sabiendo que yo no soy un fiera de la mecánica, es más, que
soy algo torpe, ir sin todos los manuales de mantenimiento de la bicicleta y piezas
de recambio de todo el conjunto de la transmisión, desde mandos a cableado,
cadena, desviador, patilla para el cambio (la pieza que sujeta el desviador
trasero al cuadro que es específica de cada bici) platos y casete fue un error
que pagué muy caro. El primer día averié una de las roldanas del cambio en la
caída y a pesar de tener un desviador de repuesto al sustituir el cable de
cambio averié la maneta delantera, tuve que pasar por caja y contratar
mecánico. Si no eres un manitas, lo mejor es ir con el mecánico contratado, te
quitas todo tipo de problemas y te aseguras de que vaya la bici bien.
Una buena idea fue llevar la ropa de competición separada en
una bolsa por día, con eso te evitas que se te llene de arena, se ensucie y se
te pierda. Sin embargo, lo mejor es llevar bolsas independientes tanto para la
ropa de deporte como la de vestir o de dormir. Es una lata abrir y cerrar la
maleta y ordenar el equipaje en una haima a 45ºC se puede convertir en un
pequeño infierno.
Durante el día vas a estar en bañador y camiseta y cuando se
hace de noche te pones una sudadera encima, con lo cual tampoco tiene mucho
sentido llevarte calzoncillos para cada día y pantalones para cada día. Dos
pantalones y un par de calzoncillos y problema solucionado. Siempre puedes
lavar alguno que se te haya ensuciado a mano, aunque no deberías de hacerlo por
consumir mucha agua. Lo bueno es que se seca rápido.
Para dormir lo mejor son mallas térmicas, camiseta térmica y
por si acaso una sudadera, si te tienes que levantar al cuarto de baño en mitad
de la noche recuerda que fuera puede hacer 5ºC. Es más, si los primeros días
son en el Atlas tal vez sería bueno dormir con el saco y la manta que te
proporciona la organización.
Uno de mis grandes errores fue el de la maleta, no tenerla
lista provocaba que me retrasase por las mañanas, esto pasaba porque todos los
días metía y sacaba casi toda la ropa de diario, la ropa sucia del día anterior
y las herramientas. Lo perfecto hubiera sido haber dividido la maleta también
para las herramientas. El hecho de no llevar maleta rígida sí que fue un
acierto ya que alguna maleta sí que vi que había sufrido al meterla en el
camión.
Como era lento con la maleta me colocaba fatal en la salida,
ya que estar el 150 (los 50 primeros más otros 100) y sumando los que se
colaban sin pasar el arco de salida no era raro que en el primer kilómetro
estuviera por encima del 200. Eso hacía que tuviera que remontar y que no
pudiera enganchar con algún grupo que rodase a mi ritmo. Encima podría haber
calentado por las mañanas unos 10 minutos, con eso el arranque no habría sido
tan duro y no me habría costado tanto recuperar.
El libro de ruta está para algo y tendemos a pensar que no
sirve para nada si llevamos un GPS, pero nada más lejos de la realidad. Es un
buen ejercicio tratar de adivinar el recorrido con tu gps, hacer caso a los
giros e indicaciones y analizar posibles atajos. Por ejemplo, en la etapa
Garmin si seguías bien el libro de ruta podías hacer menos parte de dunas,
luego recortar en la parte abierta y si seguías el camino a partir del CP3 ibas
a llegar al CP4 sin perderte. De ahí además podías recortar el recorrido. En la
etapa 4 también se podían hacer atajos y en otras etapas podías decidir si
saltarte un punto de avituallamiento. Todo eso me lo salté…
Es mejor una buena doble que una rígida, porque protege
mejor de golpes y rozaduras; además de proteger las lumbares al no tener que ir
tanto tiempo de pie. De hecho en mi caso siendo todo lo torpe que soy bajando
una doble me habría ayudado a darme confianza en dos días al menos y con ello
podría haber recortado mínimo una media hora. Tampoco hay mucha ventaja en la
rígida salvo donde tienes la oportunidad de rodar rápido y suele ser al final
de las etapas. De hecho no haber entrenado más bajadas largas, rápidas y
complicadas fue uno de mis mayores fracasos, perdí muchísimo tiempo.
Otro error fue no llevar bolsa de herramientas y para las
cámaras de repuesto, eso hacía que acabase cargando con mucho peso en la
espalda. También podría haber llevado la cubierta que llevaba de repuesto en el
manillar y me habría ahorrado un peso extra. Otra opción habría sido llevar
bombonas de CO2 enganchadas al sillín, con eso podría haber bajado presión en
las dunas y luego haber hinchado, o en la primera etapa donde me tuve que parar
a bajar presiones y luego a subirlas, perdiendo unos 5 ó 6 minutos. Ojo, las botellas de CO2 en teoría no deben de ir en el avión sino con la bici, ya que no te las deberían de dejar subir a bordo.
Como siempre, hay cosas que uno no ha probado y luego te das
cuenta de que sólo gracias a la suerte te has librado de problemas. Por ejemplo
fue no haber probado reparar rajas en cubiertas, la teoría me la sabía pero
nunca la había aplicado, bueno, de todas formas llevaba una cubierta de
repuesto. En cambio sí que me comí el problema de no haber probado la tarjeta
de la cámara y venía en un formato no reconocible y acabé teniendo que perder
toda la información del día 3, 4, 5 y 6. También tuve problemas con los
guantes, llevé unos de bici de carretera y finalmente tuve que usar uno de cada
tipo en cada mano ya que me salió una ampolla el primer día por usar unos de cuero.
En cuanto a la higiene, he decir que es bueno llevarte tu
propio champú en botes pequeños, si bien la organización te da, suele ser poco.
Una buena esponja o guante de crin ayuda también a quitarte la suciedad, hay
que pensar que te untas en crema solar antes de salir y en cuanto sales con
todo el polvo que se genera te ensucias como si vinieras de hacer ciclocross.
Hablando de crema solar, es mejor llevar botes tipo crema que botes de spray
porque el spray se va bastante al ambiente y suele hacer viento en el desierto.
Es necesario un kit de manicura, no sólo tijeras, sino algo para limpiar bien
bajo las uñas ya que te vas a enfrentar a ese problema con tanta tierra. Un
acierto en cambio fue llevar desodorante de bola, los de spray pueden explotar
y los de barra se derriten.
Mis aciertos
Como guía para los futuros titanes o participantes en
pruebas similares hay algunos puntos que por casualidad o por darle más de una
vuelta me han funcionado bien frente a las decisiones de otros. Las expongo un
poco más resumidas que el resto:
No llevar colchoneta, puedes dormir en el suelo sobre las
alfombras perfectamente, si quieres un extra de comodidad deja que se seque tu
toalla y úsala para evitar algún desnivel del suelo o como almohada. Eso sí,
acuérdate de quitar las piedras de debajo de las alfombras. Cargar con el peso
de una colchoneta hinchable de playa y correr el riesgo de que pinche (un 20%
de las colchonetas sufrió ese problema) no me parecía razonable. Además, para
mí es menos cómodo una colchoneta de playa que el suelo. Eso sí, comprueba en
casa dónde vas a llevar el saco de dormir y que no te molesta, alguno compró un
transportín para la bici y luego le rozaba en la rueda.
Las cubiertas de Continental Race King Protection 29x2.2
eran una buena solución, rodaban que daba gusto y con 1.8 bares no tuve
pinchazos ni rajas a pesar de cruzar incluso una zona de pizarra suelta. Tal
vez una cubierta delantera con menos capacidad rodadora y más agarre me habría
venido mejor, pero dado que a mí me gusta rodar hice con éstas volé.
No usar doble culotte, muchos lo usan, pero la clave está en
traer “el culo preparado de casa”, son muchos kilómetros, mucho bache, mucho
sudor y un ambiente muy seco. El sudor arrastra sales, el ambiente seco seca el
sudor rápidamente dejando las sales sobre el culotte y los baches hacen que
cambies de posición continuamente. La solución es haber hecho muchos kilómetros
en condiciones similares para evitar esas ampollas y usar abundante vaselina,
de hecho si de verdad quieres evitarlo en cada parada de agua ponte más. Un
doble culotte puede ayudar a reducir baches, pero aumenta la presión sobre las
piernas y una mala arruga puede hacernos mucho más daño. Una buena opción es
una bici de doble amortiguación. Otra cosa genial fue usar la marca portuguesa
“Cofides”, sobre todo los culottes que tienen la badana que está ahora “de
moda” una de espuma perforada con filamentos de carbono que ayuda a disipar el
sudor, a transpirar y a que no sea tan calurosa. Además los filamentos reducen
las rozaduras. Ojo, es importante llevar una equipación para cada día porque si
la tienes que lavar probablemente no tengas la suficiente cantidad de agua como
para poder sacar todo el sudor acumulado y las sales y si no lo consigues se
acumulan para el día siguiente favoreciendo las rozaduras.
El casco y las gafas de sol son otro componente que puede
hacernos sufrir bastante. Un casco ligero, de color claro, muy ventilado y con
los agujeros de ventilación que bloqueen el sol es imprescindible. Hay cascos
que por un mal diseño de los agujeros permiten que los rayos de sol incidan en
la cabeza, lo que puede provocar quemaduras en el cuero cabelludo o ampollas,
de hecho había un ciclista ruso que estaba calvo y tenía la marca de los
agujeros en la cabeza. El Spiuk Dharma fue fundamental en mi caso. En el caso
de guantes (de cofides, de tela y no de cuero) y unas buenas gafas ya usadas en
multitud de salidas largas evitaron problemas. Hay que tener en cuenta que la
gran cantidad de polvo hacía que tuviera que limpiarlas todos los días, así que
imaginaos sin gafas.
La falta de crema solar puede provocar que nos quememos con
el sol y cuando esto ocurre nos deshidratamos más rápido, así que una del
factor 50 antes de salir y llenarte de polvo hasta las cejas nos protegerán de
daños. Si a esto le sumamos un camelback de 3 litros y dos bidones de 0.75 cada
uno, podemos evitar deshidrataciones, de hecho si el primer punto de agua está
cerca y la etapa lo favorece podemos saltarnos algún punto. En esto el
camelback Mule fue la apuesta perfecta, cabía la cubierta de repuesto, un par
de cámaras, el agua y herramientas. Los modelos más pequeños se quedaban cortos
y tenías que llevar cosas colgando o no servían para la etapa maratón y los más
grandes iban a dañar la espalda.
Eso sí, a pesar de todo eso hay que tener en cuenta que en
el desierto la deshidratación no avisa, no parece que tengamos sed aunque
hayamos perdido mucha agua, mi truco es: “mea transparente”. Cuanto más oscura
sea la orina más deshidratados estamos, por eso hay que beber todo el día. Para
que os hagáis una idea lo normal en mi caso fue beber unos 10 litros de agua al
día.
Otro clásico, esta vez para la barriga, fue la de optar por
los geles de Nutrisport, no se estropean con el calor, es fácil dosificarte y
no pasarte o quedarte corto. Se toman cada media hora y con una correcta
hidratación evitas diarreas. Además no comiendo nada crudo, no bebiendo agua
que no fuera embotellada y no tomando salsas o zumos evité el clásico problema
de estómago. Arroz, pasta, patatas cocidas, atún, pan, cereales, leche, café,
miel y alguna carne muy cocinada fue toda mi comida. Eso sí, además el chorizo
y el salchichón envasados al vacío pero sin cortar y los pistachos fueron un
apoyo los dos últimos días que estaba desganado.
En cuanto a herramientas poco puedo decir, fue un error
suponer que los compresores iban a tener boquilla para válvula presta y tenía
que andar mendigando el adaptador. El segundo día coloqué la bomba en el cuadro
y así quité peso en la mochila y sobre todo lo incómodo que resulta que esté
molestando. El kit multiherramienta de topeak funcionó perfectamente y
realmente sólo eché en falta una navaja o alicates. En cuanto a mis
herramientas llevé lo justo, pero tampoco me hacía falta más, tenía todo lo
necesario para afrontar casi cualquier reparación salvo el conocimiento y
habilidad suficiente para reparar la bici. De hecho, otro buen punto y que
deberíais de tener en cuenta todos los que queráis intentar la Titan sin
asistencia es conocer antes a un mecánico y hacerte amigo de él por si la
avería que sufrís es tan grande que no podéis repararla y tenéis que abandonar
dicha clasificación (como me pasó a mí).
Como consejos generales recomiendo llevar una batería
externa auxiliar por si nos quedamos sin carga en el GPS o si llevas una cámara
de acción tipo Go-Pro. En mi caso además me hice una caja fuerte con un taladro
para sacar los cables y así poder cargar en la zona de carga de equipos
electrónicos sin tener que estar pendiente de los aparatos.
A mí me funcionó muy bien la batería externa que me compré
de 10,000 mAh que me permitía ir el 100% del tiempo grabando con la cámara (al
menos dos días), cargar el GPS y cargar el móvil. Además cargas la batería y te
puedes llevar el GPS donde quieras para cargar y meter los waypoints de la
etapa del día siguiente. El móvil además fue un viejo Nokia al que le dura la
batería 4 días y me sirve para llamar, mandar mensajes y emergencias; un Smartphone
no es interesante porque no tienes wifi o conexión 3G en ningún sitio
prácticamente.
Hay que llevar dinero en efectivo (bastante) por si tienes
algún problema mecánico y tienes que pagarlo, por si quieres comprar titanitos (tickets para comprar bebidas
en el bar), para el aeropuerto y para alguna tienda de conveniencia. Allí
aceptaban euros en todos los sitios. Además es bueno llevárselo en la mochila
junto con la cartera, por si te pasa algo en la bici.
En cuanto al desarrollo de la carrera aparte de los geles
tuve algunos aciertos como quitarme los zapatos y calcetines en cuanto entramos
en las dunas, total, si te los vas a tener que quitar igual. Incluso diría que
una buena opción es salir sin calcetines de meta y tras el paso de dunas
ponerte los calcetines limpios.
En el entrenamiento podríamos decir que acerté al 80%. Es
cierto que es una carrera muy rodadora y que el mejor entrenamiento se hace en
bici de carretera, aun así yo diría que el 80% del tiempo lo hice de tal forma
y el 20% en la de montaña. Sin embargo me equivoqué al no entrenar bajadas
largas y rápidas con la mtb y en vez de eso me dediqué a rodar, practicar
técnica en trialeras y salidas largas y duras. Sí que acerté de pleno en la
carga de entrenamientos, llegando a 22 horas semanales, que hicieron que me
encontrase muy fuerte todos los días, incluso rodando en solitario.
Por último un tappering bien hecho a falta de 3 semanas,
reduciendo la duración y aumentando la carga hicieron que llegase en un pico de
forma muy bueno.
En fin, esto es mi idea general de lo que ha sido la Titan
Desert sin comentar las etapas, algo que voy a hacer en las futuras entradas.
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