martes, 7 de junio de 2011

De cero a Maratón - ¿por qué?

Y... ¿por qué no? Todo tiene que ver con la superación personal, con mi incapacidad para hacer algo sino es compitiendo o buscando ser mejor, siempre hay que mejorar.

¿Por qué correr? Porque da igual donde estés y la hora que sea, siempre puedes. Eso es lo que lo hace especial respecto al resto de deportes.

He de decir que siempre me ha encantado hacer deportes en solitario dado que soy un poco torpe en los de habilidad. Jugué al fútbol incluso un año en el equipo del colegio como defensa, de portero al fútbol 7 y al futbito, al tenis, al pádel, etc. Pero nunca se me dio del todo bien. Me gustan deportes como el esquí, la vela, el ciclismo, motociclismo y correr, no por nada, sino porque el hecho de mejorar depende exclusivamente de mí. De hecho, creo que el único deporte que se me ha dado más o menos bien en la vida fue el ciclismo, ahí fue donde apabullé en la "Olimpiada" de mi colegio, llegando a ganar por más de un 10% de ventaja al segundo o conseguir ir a más de 45 km/h en recta con una mountain bike a los 14 años.

Ahí es donde está el secreto, luchar cada día por ser mejor en algo, competir contra ti mismo, que no importen las condiciones genéticas del resto. Lo bonito que tiene eso es conseguir superarse, cada día recortar un segundo a tu marca, ver que el único objetivo es mejorar, que no hay metas, que es tan sólo disfrutar de ese detalle. Esa pequeña alegría, ese orgullo que entra, ese sentirse como un niño que le trae su primer dibujo a sus padres, lleno de emoción, pues ese pequeño "milagro" sucede cada día.

Tesón, rutina, desahogo, descanso y salud. Eso ha de ser. Si se hace con cabeza y pasito a pasito, esperando mejorar cada día pero sin pasarse irán cayendo las metas.

¿Por qué entonces "de cero a Maratón"?

Tan sencillo porque en la vida hay que marcarse otros objetivos que nos ayuden para que ese día a día de pequeñas metas se vea refrendado. Es decir, son los exámenes a nuestro conocimiento, la prueba de que algo hemos aprendido o mejorado. Un día corremos una carrera de 10K, otro día una media, otro probamos un cross y así nos vamos preparando, como si tuviéramos un examen de física, otro de química y uno de literatura.

La Maratón es ese examen final que nos dice que estamos preparados para conducir, aunque lo aprobemos no vamos a dejar de conducir, ¿no? Tan sólo que ya podremos decir que somos corredores de fondo. Algo que podremos serlo todos y cada uno de los días que nos quedan de vida ya que incluso la señora Gladys Burrill hizo un Maratón con 92 años en 9 horas y pico.

Por eso de cero a Maratón, de correr 20 minutos en cinta con zapatos de fútbol y tener que ir al médico al día siguiente a correr una Maratón...

3 comentarios:

  1. Casi me emociono, pero sólo casi eh! Adelante con tu blog!!

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  2. Ya tienes un seguidor más. Me ha gustado la reflexión y me identifico bastante con lo que dices. Hay que superarse a uno mismo, eso es lo importante.... y yo he encontrado en el triatlon y la larga distancia uno de los mayores retos personales.
    Un saludo.

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